“Prevención del Suicidio: Asociación Gama lo visibiliza”

El Paseo de los Álamos de Alcalá la Real acogió recientemente el evento “Regala una Sonrisa”, un acto sencillo pero lleno de significado, dedicado a concienciar sobre la prevención del suicidio. La iniciativa, organizada por Gama, busca sensibilizar a la comunidad y fomentar el bienestar emocional.

Durante el evento, los asistentes pudieron disfrutar de un gesto simbólico: la asociación repartió globos amarillos con sonrisas dibujadas, representando la esperanza y el apoyo emocional, en referencia al color amarillo, símbolo de la prevención del suicidio.

Además, la actividad incluyó una breve presentación de la asociación, destacando su labor en la promoción de la salud mental y la prevención de conductas suicidas. A continuación, se llevó a cabo la lectura del manifiesto, reafirmando el compromiso de la comunidad y de la organización en la lucha contra el suicidio.

La prevención comienza en lo cotidiano. Hablar de ello no es fácil, pero callar no ayuda. Hablar salva vidas.

Según la Organización Mundial de la Salud:

  • Cada año, 700.000 personas en el mundo se quitan la vida.

En España (2024):

  • 3.847 personas fallecieron por suicidio.
  • Es la segunda causa de muerte, solo detrás del cáncer.
  • Esto equivale a 11 personas al día.

Tu voz puede marcar la diferencia.

La lucha contra el estigma es fundamental. Sin apertura y comprensión social, las personas afectadas no encontrarán un espacio seguro para pedir ayuda. El estigma genera miedo, no solo en quienes piensan en suicidio, sino también en quienes los rodean.

Es fundamental involucrar a todas las administraciones públicas para mejorar la atención a personas en riesgo y colectivos vulnerables. La red de protección debe ir más allá de las consultas de salud mental, abarcando hogares, centros sanitarios, residencias, centros educativos y entornos laborales.

Estos espacios pueden convertirse en lugares seguros, donde se pueda hablar de manera natural y respetuosa, sin dramatización ni banalización. Transformar el sufrimiento en un tema accesible ayuda a eliminar el tabú y brinda la oportunidad de acompañar a quienes lo necesitan.

Podemos legitimar su dolor y validar sus emociones, entendiendo sus circunstancias y ofreciendo apoyo al pedir ayuda. Adoptar una mirada compasiva permite reemplazar el silencio y el miedo por empatía genuina, transmitiendo mensajes como: “Te comprendo” y acciones concretas: “Voy a ayudarte y acompañarte en esto”.

Es importante recordar que la vulnerabilidad no es debilidad. Reconocer el dolor propio o ajeno es un acto de fortaleza y conexión humana, clave para fomentar el bienestar emocional y fortalecer relaciones.

Aprender a acompañar emocionalmente a otros es fundamental para crear vínculos saludables y un entorno de apoyo mutuo.

Es fundamental invertir en las personas y colectivos más vulnerables para reducir el dolor social y promover la inclusión. Esto incluye:

  • Personas con trastornos de salud mental graves.
  • Supervivientes de suicidio.
  • Personas con enfermedades crónicas que generen discapacidad.
  • Personas con adicciones.
  • Víctimas de violencia, abuso o maltrato.
  • Personas sin recursos económicos.
  • Minorías sociales que enfrentan discriminación o exclusión.

Atender tanto a personas con enfermedad mental como a quienes sufren exclusión social es clave para construir comunidades más justas y solidarias. La inversión en apoyo integral, programas de inclusión y atención especializada permite mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan.

La promoción de la salud física, mental y emocional es clave para prevenir conductas de riesgo y mejorar la calidad de vida de las personas. Para lograrlo, es fundamental:

  • Reconocer enfermedades mentales o problemas emocionales y atenderlos con recursos comunitarios accesibles, servicios sanitarios y protección social.
  • Mejorar la detección temprana y garantizar el apoyo en momentos críticos.
  • Promover que las personas afectadas pidan ayuda sin miedo al estigma.
  • Crear espacios seguros en la comunidad, escuelas y centros de trabajo.
  • Fomentar una cultura de acompañamiento, escucha y apoyo emocional.
  • Alfabetizar a la población en salud mental y sensibilizar sobre la importancia de la prevención.
  • Sensibilizar y concienciar sobre la salud mental, eliminando el estigma social.
  • Utilizar un lenguaje humanizado en conferencias, charlas, formaciones y medios de comunicación.
  • Cambiar la forma de hablar del suicidio, enfocándose en la prevención y el bienestar emocional.
  • Proteger a niños, niñas y adolescentes del maltrato, abuso, violencia o acoso, y enseñarles habilidades para gestionar sus emociones.
  • Crear programas de apoyo emocional comunitario para personas mayores, combatiendo la soledad y el aislamiento, fomentando su participación activa y sentido de pertenencia.
  • Atender a personas de núcleos y zonas rurales, garantizando acceso a servicios de salud mental y acompañamiento.
  • Implementar programas de prevención del consumo de drogas y la exposición a entornos digitales nocivos.
  • Promover hábitos que fortalezcan la resiliencia y el bienestar emocional.
  • La perspectiva de género es fundamental para entender la conducta suicida en cada etapa de la vida:
    • En hombres mayores, el aislamiento social y los estereotipos de masculinidad dificultan la expresión emocional y el acceso a apoyo.
    • En mujeres, factores como la socialización hacia los cuidados, la expresión emocional y condiciones de vida más precarias influyen en la presentación de conductas suicidas.
  • Fomentar campañas específicas de prevención del suicidio masculino y programas de acompañamiento adaptados a cada género.

La prevención del suicidio requiere un enfoque integral que combine detección temprana, educación en salud mental, espacios seguros, acompañamiento emocional y perspectiva de género. Con estas acciones se promueve una sociedad más saludable, empática y resiliente.

Por eso gestos cotidianos como una sonrisa, una mirada, un abrazo, escuchar, estar presentes, dedicar tiempo, ayudan a la prevención. Hoy necesitamos tu sonrisa.

El evento se cerró con la lectura de una poesía especialmente cedida para la ocasión a nuestra asociación. La autora, Carmen Ávila Roda, demuestra cómo, a través de la escritura, un tema tan doloroso puede transformarse en un mensaje lleno de vida, esperanza y resiliencia. Con un papel y un bolígrafo, esta obra refleja la fuerza de la palabra para inspirar y acompañar a quienes enfrentan momentos difíciles.

Queremos dar las gracias a todas las personas que nos han acompañado hoy, y también a quienes no han podido asistir, sabemos que están con nosotros. Agradecemos profundamente el apoyo y la colaboración recibidos durante este primer año, tanto de personas asociadas, profesionales, asociaciones, como del Ayuntamiento y la Caixa.

Gracias a vosotros, nuestro proyecto sigue creciendo y fortaleciendo la comunidad local. Si quieres conocer más sobre nuestro trabajo y cómo colaborar, visita nuestra web y únete a nosotros.

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